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| Foto: fotpforums.com |
A pesar del estilo estético cowboy, puramente americano, que tiene Music, este proyecto discográfico suena a Europa. El octavo disco de la reina del pop cuenta con una gran variedad de toques dance europeos y las técnicas de estudio más experimentales de la época. Todo combinado con una Madonna madura musicalmente que finaliza dando como resultado un disco solido y digno de referenciar dos décadas después de su lanzamiento.
El disco se ha convertido en el más vendido de Madonna durante este siglo, ha conseguido vender entre 13 y 15 millones de discos a nivel mundial, empezando el nuevo milenio por todo lo alto. Supera, por lo tanto, las ventas del nombrado Confessions On A Dancefloor (donde se encuentran Hung Up y Sorry) que ha despachado más de 12 millones de ejemplares y fue lanzado en 2005.
Nos situamos en el año 2000 y tras trabajar con Willian Orbit en Ray of Light, Madonna pasará a colaborar con el productor Mirwais en su primer disco realizado en estudios ingleses. Este proyecto será el octavo álbum de estudio de su carrera y terminará siendo bautizado como Music.
La cantante venía de arrasar con Ray of Light y con las canciones Beautiful Stranger (canción que gana un Grammy y un VMA) y American Pie (número 1 en Reino Unido), por lo que el listón estaba muy alto. American Pie (vídeo superior) terminaría formando parte de Music como Bonus Track.
Los singles des disco
En agosto del año 2000 lanza la canción Music y consigue marcarse otro de sus grandes éxitos, agenciándose el primer puesto en medio mundo (Estados Unidos, Reino Unido y España se incluyen en la lista). Dos décadas después de que este single se estrenara nos damos cuenta de que aún suena fresco, se trata de una canción dance que no envejece y que se adapta resultando completamente a temporal. Será el 19 de septiembre cuando lance el disco, este se alzará en el primer puesto en 22 países.
El segundo sencillo será Don't Tell Me, canción que refleja a la perfección el sonido de la caratula del álbum (puramente americano) y que fue otro éxito para la cantante. Musicalmente la canción nos pone a intentar bailar como si fuéramos de Texas
What It Feels Like For A Girl fue el tercer y último sencillo. La diva, se mostraba junto a una señora realizando diferente actos controvertidos en un coche (atropellos, robos...). Para la versión del videoclip se olvida de la delicada de balada incluida en el disco y se decanta por un remix pastillero, recordemos que acabamos de dejar los noventa.
El resto de temas del álbum
Al margen de los sencillos publicados el proyecto cuenta con varios temas que merecen ser conocidos, canciones que nos ayudan a entender tanto los pasos pasados como los futuros de la cantante.
Es imposible no hablar de Impressive Instant (vídeo superior) dentro de este periplo musical. El tema continua con la experimentación sonora, y dance, que presentaba el alabado disco Ray Of Light. Cuando proseguimos este viaje y llegamos a Runaway Lover estamos en una atmósfera sonora creada a través de la electrónica y el dance pop, entendemos aquí el toque europeo que no falta en prácticamente ningún tema del disco.
Cambiando completamente de tercio llega I Deserve It, aquí nos olvidamos de las innovación dance para escuchar una instrumentación sencilla en la que la guitarra es la protagonista. Este tema escuchado a posteriori nos da una pista de la sonoridad que tendrá gran parte del disco American Life, el sucesor de Music.
Algo muy parecido ocurre si avanzamos seis canciones dentro de Music, es aquí cuando suena la íntima y sutil Gone.
El comienzo instrumental de Amazing nos lleva a un mundo onírico, un terreno musical que va avanzando hasta desembocar en unos estribillos que rompen, de manera muy bien llevada, con la atmósfera sonora a la que habíamos llegado.
Nobody's Perfect nos recupera el toque innovador del proyecto, el corte presenta una cantidad de herramientas de edición vocal e instrumental que quita el hipo. Lejos de resultar una canción saturada de edición se convierte en un tema trasgresor dentro de su carrera.
Seguimos con esa estela de renovación sonora, esta vez comenzamos con una melodía inspirada en el continente asiático. La melodía resulta editada en un distorsión que nos lleva a una especie de mundo futurista, industrial y cibernetico, combinando en todo momento el toque intimo y la instrumentación sutil. El resultado de la canción es una nueva cumbre dentro de la carrera de Madonna, algo que resulta difícil de decir visto su currículum musical.
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